Mesoamérica (
griego: μέσος [mesos],
«intermedio» )
? es la región del
continente americano que comprende la mitad meridional de
México; los territorios de
Guatemala,
El Salvador y
Belice; así como el occidente de
Honduras,
Nicaragua y
Costa Rica. No debe confundirse con la
región mesoamericana, concepto acuñado para denominar una región geoeconómica por organizaciones internacionales tales como la
OCDE[1]
Mesoamérica es un área definida por la cultura. Esta región vio el desarrollo de una civilización indígena en el marco de un mosaico de gran diversidad étnica y lingüística. La unidad cultural de los pueblos mesoamericanos se refleja en varios rasgos que
Paul Kirchhoff definió como el
complejo mesoamericano.
[2] La definición de lo que se acepta como mesoamericano es objeto de discusión entre los estudiosos de esta civilización; sin embargo, con frecuencia se menciona en el inventario la base agrícola de la economía, el cultivo del
maíz, el uso de dos calendarios (ritual de 260 días y civil de 365), los
sacrificios humanos como parte de las expresiones religiosas, la tecnología lítica y la ausencia de
metalurgia, entre otros. En su momento, la definición del complejo mesoamericano sirvió para distinguir a los pueblos mesoamericanos de sus vecinos del norte y el sur.
El desarrollo de Mesoamérica se extendió por varios siglos. Los especialistas discuten sobre la época que puede considerarse el "inicio" de la civilización mesoamericana. De acuerdo con algunas posturas, el hito inicial consiste en el desarrollo de la
alfarería. Otros consideran que el primer complejo mesoamericano se desarrolla entre los siglos
XV y
XII a. C., período contemportáneo a la
cultura olmeca. A lo largo de su historia, los pueblos mesoamericanos construyeron una civilización cuyas expresiones hablan de elementos compartidos por varios pueblos y rasgos que los distinguen entre sí. En la medida que avanzó el proceso civilizatorio, algunos rasgos se homogeneizaron por el contacto interétnico y otros adquirieron especificidad en ciertos contextos. Este proceso fue continuo y perduró hasta la
colonización española. Algunos autores emplean indistintamente los nombres
nahuas para describir objetos y conceptos originales de Mesoamérica,
[3] y otros destacan las diferencias entre los pueblos de la región.
[4]
Al ser éste un artículo introductorio, se privilegian los elementos culturales compartidos por los pueblos mesoamericanos de acuerdo con el enfoque adoptado en obras de acercamiento general a la realidad mesoamericana.
[5] Aunque en este artículo no se deja de hacer referencia a las particularidades, éstas pueden ser profundizadas en los artículos respectivos.
La mayor parte de los pueblos mesoamericanos hablaron lenguas pertenecientes a las siguientes familias lingüísticas:
otomangueana,
mayance,
mixe-zoqueana,
totonacana y
uto-azteca. Otras lenguas están aisladas o no pudieron ser clasificadas porque desaparecieron en el proceso de
castellanización que comenzó con la colonización española y continua hasta la fecha. Este mosaico de lenguas y etnias estuvo presente durante la época prehispánica y tiene su correlato en las numerosas culturas indígenas que se desarrollaron en diversas zonas y tiempos de Mesoamérica, entre las cuales las más estudiadas han sido la
mexica, la
maya, la
teotihuacana, la
zapoteca, la
mixteca, la
olmeca o la
tarasca. A pesar de la concentración de estudios que se han dado en el caso de esas importantes culturas, Mesoamérica fue escenario de muchos pueblos, algunos de los cuales han apenas comenzado a ser investigados a partir de excavaciones recientes